domingo, 18 de enero de 2009

Washington D.C. ¿Estado 51?

El Instituto de Heráldica del Ejército de los EEUU ya diseñó lo que será la bandera nacional en caso de que el Distrito de Columbia acceda a la estadidad federada.


El nombre propuesto para el Estado 51 es Nueva Columbia, lo que mantendría la relación establecida con la personificación femenina de la nación, Columbia, desde los versos de la poeta afroamericana Phillis Wheatley en 1776 para exaltar la Revolución de Independencia.


Es abundante la iconografía relacionada a este nombre derivado del apellido de Cristóbal Colón y atribuído desde los siglos 18 y 19 a tierras del Nuevo Mundo por los que comenzaban a idear su emancipación respecto de las monarquías europeas.


Concebida como arquetipo de la Libertad, es siempre mujer y casi una deidad protectora de los luchadores por los principios democráticos.


La estatua sobre el Capitolio en DC, un bronce de Thomas Crawford, se titula formalmente Libertad Triunfante en la Guerra y en la Paz.


La República, en el Parque Jackson de

Chicago, es una réplica de la erigida para la Feria Mundial celebrada en la ciudad en 1893.


Ahora que un senador por Illinois y afroamericano ha sido electo Presidente de los EEUU, corren los rumores sobre una nueva posibilidad de reactivar la campaña por la estadidad para DC, propuesta repetidamente rechazada por el Congreso.


Es bien conocido que el saliente presidente Bush ordenó que quitaran de los autos oficiales la placa de la licencia con el lema "Taxation without representation" (Impuestos sin representación) colocadas en los vehículos por órdenes del presidente Clinton.


No ha surgido una petición formal, pero en los medios televisivos se ha dejado sentir uno que otro comentario sobre la posibilidad de que la estadidad para este distrito donde la población es mayormente afroamericana (55.6% según datos de 2007), gane nuevo aliento bajo la presidencia de Obama.


Los anexionistas en Puerto Rico siempre han mantenido su campaña bajo la consigna del Estado 51. Pero, con las nuevas condiciones que podemos razonablemente vislumbrar en el Congreso de los EEUU, será posiblemente más aconsejable que “se apunten” para el Estado 52.

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