Correa, de 45 años de edad, doctor en economía y anterior Ministro de Economía y Finanzas de la República, comprometido con el objetivo de “volver a tener Patria”, encabezó el proceso hacia la Asamblea Constituyente inmediatamente después de su instauración en la presidencia el 15 de enero de 2007.
El día antes de la ceremonia en Quito, hubo otra, la instauración indígena, efectuada en la parroquia de Zumbahua, provincia de Cotopaxi, a 3600 m. sobre el nivel del mar, donde Simón Rodríguez, quien sería el tutor de Simón Bolívar, condujo por algún tiempo su pionera obra pedagógica, y donde el propio Correa llegó a los 24 años como voluntario en la Misión de los Padres Salesianos para diseñar y desarrollar proyectos de desarrollo entre las comunidades indígenas. Allí también enseñó a escolares y aprendió la lengua kichua. Y ahora allí, en la plaza Rumiñahui, los yachags – custodios de la sabiduría ancestral indígena – le cubrirían con sus cintas, proyectándolo a los cuatro puntos cardinales, y le harían entrega del bastón de mando. Al rito andino siguió la misa con los salesianos que conocieron sus dotes de líder desde el voluntariado que realizó junto a ellos en 1987.
Así tenemos que en el plazo de un año – desde la instauración de Evo Morales en Tiwanaku en enero de 2006 hasta la instauración de Rafael Correa en Cotopaxi en enero de 2007 – dos nuevos presidentes latinoamericanos asumieron las responsabilidades de sus cargos bajo la protección de las autoridades espirituales originarias andinas.
En su discurso inaugural, en Quito, el Presidente Rafael Correa diría “América Latina y el Ecuador no están viviendo una época de cambios, están viviendo un verdadero cambio de época”. Las evidencias de ese cambio son muchas, pero ninguna tan dramáticamente reveladora como el retorno del poder espiritual originario indoamericano al sitial de guía y protección de nuestros pueblos.
Un ejemplo sirve para ilustrar esa protección. En estos momentos, cuando las economías del llamado “primer mundo” sufren el colapso de la moneda de papel, Ecuador cuenta con yacimientos auríferos que incluyen el de Fruta del Norte, el más importante descubierto en los últimos 20 años en Sudamérica, con unas 13.7 millones de onzas de oro y también plata; el yacimiento de Quimsacocha, con aproximadamente tres millones de onzas de oro; y el de Río Blanco en Azuay con dos millones de onzas. César Espinosa, presidente de la Cámara de Minería. ha dicho: “Si se multiplican 13 millones de onzas por 800 dólares la onza - precio internacional del oro - es una locura de plata... significa una cantidad de ingresos fiscales muy grande para el país”. A eso hay que añadir el cobre en Morona Santiago, para el cual ya han sido preparados los estudios de exploración y que se estima representará unos 391 millones de dólares para la economía nacional.
Por otra parte, Petroecuador firmó contrato con Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para la creación de la empresa binacional que construirá un complejo petroquímico en la provincia costera de Manabí, en el oeste ecuatoriano, con capacidad para el procesamiento diario de cerca de 300 mil barriles de petróleo. Unicos socios latinoamericanos de la OPEP, Venezuela y Ecuador mantienen - entre varias alianzas petroleras - el intercambio de combustibles venezolanos por crudo ecuatoriano, rubro que significó 800 millones de dólares en el 2007.
Lo mejor, sin embargo, no es la abundancia de recursos sino la presencia de un gobierno responsable, patriota y capaz de administrarlos con sabiduría, asegurando que sirvan para el fortalecimiento de la sociedad justa y participativa que el pueblo ecuatoriano ha delineado en su nueva Carta Magna.
Discurso de Posesión del Presidente de la República, Econ. Rafael Correa
http://www.presidencia.gov.ec/noticias.asp?noid=8352
Correa A Favor De Fondo Latinoamericano
Constitución de la República 2008
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